Palma de Mallorca
La esencia de Sala de Personal puede definirse en tres palabras: beber, comer, omakase. Estos tres conceptos amasados por Matías Iriarte y Borja Triñanes se convierten en una experiencia que va más allá de la coctelería clásica o vanguardista.
En el centro de Palma, en el Ginbo Bar, bajando las escaleras, en el sótano, los dos bartenders, mezclan, prueban, piensan, deciden, catan, experimentan y ofrecen todo aquello que su experiencia, su pasión y sus ganas, les empujan a preparar. Con una carta efímera que
cambia cada semana, ponen en boca de sus clientes cócteles de autor, algunos cócteles clásicos reversionados y una lista de bocados de maridaje inverso, sostenido sobre ingredientes exclusivos, de primera calidad y de temporada. Pero el núcleo duro de la experiencia de Sala de Personal es su omakase, un concepto que supone ponerse en las manos de uno de los dos chefs, para que sea él el que decida lo que el cliente va a beber y, a partir de los tragos, decidir los bocados de mercado o de despensa.
El espacio Sala de personal invita al descanso, al tiempo lento, al sabor de los tragos y los bocados con calma. De estética industrial, teñida de neón y música envolvente, favorece la transformación de las horas en un concepto elástico, que parece estirarse a su antojo. Toda la experiencia puede definirse en la respuesta a la pregunta que les sirve de lema:
¿Sabes a lo que vienes?
